Día 13 - 8 de junio de 2012
Hoy hemos vuelto al cole como quien dice. Las prácticas de la mañana las hemos hecho en la Universidad de Oakland. Es un campus enorme! A mí me recuerda mucho a cuando estudiaba aquí, porque los campus son como auténticas ciudades. Con su cafetería, sus "dorms" (residencias de estudiantes), su biblioteca, su tienda, su librería... Y eso que mi querido Washigton College era mucho más pequeño que ésta.
Hacía un día precioso, así que lo hemos pasado bien. Muchas escaleras, mucho salir y entrar de edificios, muchos pasillos... muchas puertas de todo tipo, con "around" y sin. Una vez más, para los que no estáis familiarizados con ésto: Cuando al pasar una puerta el perro quedaría entre la puerta y el usuario, antes de atravesarla, el usuario debe cambiarse al perro de lado (diciéndole "around") para proteger al perro y que no haya peligro de que la puerta le dé. Es curioso cómo al principio, cuando los estudiantes todavía no lo tienen automatizado y alguna vez se les olvida, es el perro el que ya lo tiene tan interiorizado que lo hace automáticamente aunque no se lo digan en cuanto detecta de qué lado se abre la puerta.
La universidad estaba preciosa. Siempre la he visto en invierno y una fuente muy bonita que hay siempre estaba vacía. Es la primera vez que la veo con agua! Y en los jardines había unas hamacas que tampoco había visto antes. Madre mía! Alguien se imagina unas hamacas en el jardín de una universidad española (eso las que lo tienen). Habría cola para tumbarse y las pellas se multiplicarían hasta el infinito ;-)
Por la tarde fuimos a Royal Oak. De momento, el entorno más similar a lo que podría ser cualquier ciudad de las nuestras en España. El resto de sitios son mucho más rurales... más espaciosos, más tranquilos... A los estudiantes españoles les resultan siempre casi como pueblos fantasmas. Con coches que se paran en los stops religiosamene... vamos, otro mundo.
En Royal Oak hacemos una ruta en la que cruzamos por un paso a nivel, para que los estudiantes aprendan cómo cruzar unas vías de tren si lo necesitan. También una novedad al ser verano: las hemos tenido que cruzar ligeritos porque se ponen muy calientes las vías y se quemaban las patitas los pobres perros... De hecho, es el día que más calor ha hecho desde que llegamos. Lo que sí es cierto es que había mucho ambientillo en la ciudad. Al ser verano y por la tarde se veía a mucha gente en las terrazas, caminando por la calle, etc... Aunque no ha habido suerte con el tren. Les decía a los chicos de camino que alguna vez he visto pasar por ess vías los trenes más largos que he visto en mi vida. Juan me pedía una foto de lqa locomotora para sus niños. Pero sólo ha pasado uno, y no era de mercancías esta vez, sino de pasajeros, así que era un tren corriente y moliente. Y... no me ha dado tiempo a sacar la cámara. En resumen, nos ha encantado la ruta de hoy ;-)
Mañana más :-)
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