Día 7 - 2 de junio de 2012
Y llegamos al fin de semana. Hoy, sábado, también trabajamos. El único día que se rompe la rutina de prácticas es el domingo. Así que hoy amanecemos a las 6 de la mañana de nuevo para sacar a los perros al ya famoso, y dominado a estas alturas, "park time". Después nuestro desayuno poderoso de rigor y... rumbo a Rochester. Hoy los chicos hacen la ruta de la calle Oak completamente solos. Los instructores y yo estamos a lo largo de la ruta con bicicletas y una furgoneta. Un paso más cerca de la independencia que tendrán todos a partir de ahora gracias a sus perros.
Sale todo genial. Por la tarde vuelven a trabajar solos, pero en el circuito de prácticas de la Escuela. Todo sale bastante bien. Desde fuera, desde luego, se les ve fenomenal. Sin embargo, los chicos sienten una leve frustración al terminar las prácticas por haber sentido que en algún momento los perros no les obedecían igual que otros días o que se saltaban algún bordillo* (ver nota). Pero este temor o desconfianza proviene muchas veces del desconocimiento o la falta de experiencia aún en el trabajo con un perro guía.
Nuestra instructora Carrie nos vuelve a explicar cómo es muy importante entender el trabajo con perro guía como un equipo. Como el trabajo con otro ser vivo, de otra especie además. Los perros no son máquinas, y tienen días buenos y malos, exactamente igual que cualquiera de nosotros. Pueden cometer errores y se trata de apoyarles y ayudarles a que hagan mejor su trabajo. A todo ello se suma el que el perro apenas está empezando a conocer a cada uno de los usuarios y tienen que aprender a "leerles" y a interpretar su lenguaje corporal con la precisión que han llegado a alcanzar con su instructor.
Paciencia y trabajo duro. Tenemos un buen trecho por delante. Pero los chicos lo han hecho muy bien y, después de haber visto a varios grupos y a muchos perros trabajando aquí en Rochester, os aseguro que estamos en el buen camino. Lo sé.
Por la noche, después de cenar, hoy tenemos otro de los eventos habituales en Leader Dogs. La noche de Bingo. Es una ocasión más para conocer un poco al resto de estudiantes y echarnos unas risas, ya que aquí uno termina sintiendo incluso una sensación de intensa concentración deportiva, o casi reclusión espiritual. Este año no nos ha ido nada bien y en la mesa de los españoles no nos hemos llevado ni un premio, pero nos hemos reído mucho y nos hemos puesto hasta arriba de palomitas ;-)
Con cada grupo surgen bromas internas que seguro todos recordaremos alguna vez en el futuro con una sonrisa o incluso soltando una buena carcajada. Alberto (y su Adrian, al que enseguida bautizamos como Adriano Celentano) en su día nos deleitaba con sus geniales imitaciones. Yo le guardo especial cariño a la de Arturo Fernández. Si el día estaba siendo duro, me bastaba con oírle llamarme "chatina" para poder hacer frente a lo que fuera. Con ese mismo grupo, uno de los hits del momento en la radio era un tema que rezaba "How can you be so heartless..." y que enseguida quedó convertido en "A que te piso el arnés". EN esta ocasión, os presento en la siguiente foto, con motivo del Bingo, a una de las bromas que ya apunta maneras: La bebida Mountain Dew (adicción particular de Eduardo desde que la ha descubierto) ha sido bautizada por Juan como "M' ha entendiu?"
Mañana, domingo. Carrie nos ha recomendado descanso. Ha sido una semana dura, y los perros lo necesitan tanto como nosotros.
* NOTA: Para quienes no estéis familiarizados con el trabajo con perros guía, al menos aquí, que es lo que yo conozco) la orientación para el desplazamiento se consigue avanzando siempre de bordillo a bordillo (utilizando el bordillo como referencia), lugar en que el perro debe pararse siempre. Aquí antes se trabajaba el adiestramiento de los perros corrigiéndoles cuando no se detenían en el bordillo. Ahora, los instructores trabajan con la técnica de refuerzo positivo: premiando al perro cuando sí hace lo que se espera de él.
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